05/07/2010
Bashar Al Assad en América Latina: Siria busca protagonismo
por: Maximiliano Borches (Desde Buenos Aires)
En un maratónico viaje, el presidente sirio Bashar Al Assad, visitó cuatro países latinoamericanos. A continuación, el autor del siguiente artículo, sostiene que “La visita emprendida por el presidente sirio a varios países latinoamericanos, tuvo –fundamentalmente- un interés económico, en el intento de atraer inversiones a su país, fuertemente golpeado por altos índices de inflación, pobreza y desocupación. Por lo demás, también cargó con un objetivo político-mediático”.
Prácticamente aislado de Occidente y ahogado económicamente, el presidente de la República Árabe Siria, Bashar Al-Assad, emprendió una maratónica gira por Venezuela, Cuba, Brasil y Argentina. El gobierno sirio recorrió tierras latinoamericanas con la esperanza de atraer para su país u$s 44.000 millones de inversiones privadas durante los próximos cinco años, aunque difícilmente lo logre. Urgido, también, de apoyo político, el gobierno de Damasco aprovechó –fundamentalmente- el acercamiento brasilero a Turquía e Irán, y la apuesta que el país carioca hace por intentar mediar –sin mucho éxito hasta el momento- en los múltiples conflictos que reinan en Medio Oriente, para obtener mayor protagonismo.
En su primera gira por países latinoamericanos, el presidente sirio; Bashar Al-Assad, comenzó su visita aterrizando en Venezuela. Recibido con honores por su par venezolano, Hugo Chávez Frías, firmó varios acuerdos, entre ellos, los destinados a crear una empresa mixta para producir y distribuir aceite de oliva sirio en Venezuela, otra para fortalecer la cooperación bilateral en producción de algodón, también hablaron de la construcción de una refinería en Siria con capacidad para procesar 140.000 barriles diarios de petróleo, con participación iraní, y la creación de un fondo de inversión de 100 millones de dólares. El presupuesto estimado de la refinería es de 4.700 millones de dólares, aunque todavía no está claro el aporte de cada uno de los tres países intervinientes. En el caso venezolano se habla del control del 26 al 40%, que podría subir al 50% si Malasia, que ha sido invitada a participar, finalmente no forma parte de la operación, también, sellaron acuerdos de cooperación cultural.
En un momento de la conferencia de prensa, brindada por ambos mandatarios en Caracas, recordaron cuando el presidente estadounidense, George W. Bush gobernaba la primera potencia mundial y para justificar su política exterior de invasiones y saqueos, había creado una lista, denominada “Eje del Mal”, en la que –entre otros países, algunos de fe musulmana- figuraba Siria. Rememorando aquel anuncio político, y en su habitual tono jocoso e irónico, el mandatario bolivariano, anunció la creación –junto al gobierno sirio- del MAL -Movimiento de los Aliados Libres-.
Su paso por Cuba y la ansiada llegada al Brasil
Una vez finalizada su gira por Venezuela, el mandatario sirio arribó al aeropuerto internacional “José Martí”, de la Habana, Cuba. Allí fue recibido por su par cubano, Raúl Castro, y sólo estuvo un día, en el que sellaron la alianza diplomática y política suscripta el 11 de noviembre de 1965, y firmaron acuerdos de intercambio de productos agrícolas y de cooperación contra el narcotráfico.
Tras su breve paso por Cuba, el presidente sirio hizo escala en Brasil, para entrevistarse con su homólogo, Ignacio “Lula” Da Silva, quien se encuentra atravesando sus últimos meses de gobierno, sin mayores sobresaltos. Esta escala, sin dudas, fue la más esperada por el presidente sirio, ya que Brasil –como potencia emergente- es quien representa los mayores deseos sirios para intentar reactivar su alicaído comercio exterior. Brasil, en materia de política exterior, mantiene dos objetivos bien definidos: 1) obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y 2) instalar la figura de “Lula” Da Silva, como favorito para la próxima elección del Secretariado General de la ONU, una vez finalizado el mandato del actual representante, el coreano Ban Ki-Moon.
En base a estos objetivos, y en el marco de un desarrollo “multipolar” de potencias emergentes, que pugnan por obtener un mayor posicionamiento a la hora de negociar con las potencias principales del planeta, es que el gran país sudamericano, comenzó a participar más activamente de las dos principales crisis que se desarrollan en el Medio Oriente: el conflicto palestino-israelí y el desarrollo de la política nuclear por parte del Estado teocrático iraní.
El fallido intento –llevado a cabo junto a Turquía- de mediar ante las potencias occidentales, para que Irán transfiera parte de su uranio poco enriquecido a Turquía, y que de allí continúe viaje a Francia o Rusia, para que le devuelvan el 10% de aquel uranio, pero enriquecido al 35% (es decir, con capacidad de construir una pequeña bomba atómica por parte del Estado teocrático persa), convirtió a Brasil en un importante “amigo” del mundo árabe, y teniendo en cuenta el apetecible mercado interno brasilero, como así también, su activa participación en el BRIC (pacto político-comercial, suscripto por Brasil, Rusia, India y China) hacen de la relación con este país sudamericano, el principal objetivo político-económico del gobierno sirio, tras su paso por América Latina.
Última escala: Argentina
Una vez finalizado su gira por Brasil, el presidente sirio arribó a Buenos Aires; exultante, tras varios halagos y apoyos retóricos que quería escuchar. De esta manera, su maratónico viaje latinoamericano, finalizaba en el segundo país de mayor importancia económica, política y geoestratégica de la región: Argentina. Durante el encuentro con su par argentina, Cristina Fernández, suscribieron acuerdos en las áreas de transporte urbano, información y cultura. Según datos de la Cancillería argentina, el comercio con sirio alcanzó los u$s 380 millones durante el 2009. Si bien Bashar Al-Assad, sabe muy bien que la política exterior argentina, dista, en varios aspectos, a la brasilera y venezolana –entre ellas hay que destacar las reiteradas denuncias emprendidas por el Estado argentino contra el Estado de Irán, principal aliado sirio y de fuertes vínculos con Venezuela y Brasil, por su supuesta implicancia en el ataque terrorista contra la sede la comunidad judía argentina, AMIA, cometido el 18 de julio de 1994- Bashar Al-Assad, no podía dejar de pisar estas tierras, donde habitan 2,4 millones de ciudadanos de descendencia siria, y donde el acercamiento político es parte vital, en la estrategia exterior siria, para comenzara a salir –de alguna manera- de su aislamiento internacional.
El gran aliado de Hizbollah
El presidente sirio, es una pieza clave para el abastecimiento logístico y el apoyo político que necesita el grupo terrorista chiita libanés, Hezbollah (Partido de Dios) implicado –también- en el ataque terrorista de la AMIA, en Buenos Aires. Además, el gobierno de Bashar Al-Assad, continúa siendo el sospechoso número uno del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Al-Hariri (anti-sirio), durante el mes de febrero de 2005. Por lo demás, la presencia de tropas sirias en El Líbano –que se prolongó desde 1976 hasta 2005- dejó miles de muertos y heridos entre el sector cristiano (maronita) libanés. Entre otras cuestiones a tener en cuenta, el mandatario sirio relativiza el Holocausto (Shoá) diciendo que: “Esta es una historia en que no estaba presente. No había nacido ni ustedes tampoco. Que digan seis millones, diez millones, no tengo estos datos precisos porque no estaba presente”. Y termina: “¿Cuál es la diferencia entre Guantánamo y el Holocausto? Rechazo hablar del Holocausto sin mencionar el resto” (Página/12, 04/07/10)
La visita emprendida por el presidente sirio a varios países latinoamericanos, tuvo –fundamentalmente- un interés económico, en el intento de atraer inversiones a su país, fuertemente golpeado por altos índices de inflación, pobreza y desocupación. Por lo demás, también cargó con un objetivo político-mediático, que posiblemente haya tenido como premisa, exponer al mundo un intento de despegar de su problemático socio iraní, que cada día tiene más problemas para intentar justificar un supuesto desarrollo pacífico de su energía nuclear, con una realidad incontrastable: generar energía atómica con fines bélicos para formar parte del exclusivo club de países “disuasorios”, y erigirse como potencia regional, ante sus vecinos del Golfo Pérsico y todo el Medio Oriente.
(fuente: revistahorizonte.org)
Comentarios recientes